sábado, 3 de mayo de 2014

Poesía 6


Contemplar


Cuando me quedo en silencio,
oigo tus pasos  entrar dentro.

Tú siempre estas ahí:
Como pájaro en su nido,
como la rama en el  olivo.

Conozco tu voz y tu perfume:
Una voz sin palabras,
suena dentro, y tu luz,
la llevo en mis entrañas:   
La lanzan mis manos 
por las ventanas.

Como el oro de la tarde;

tu voz está grabada, dentro.

  A veces te dejo: ¡Qué  torpeza!;
afuera no encuentro nada.
Tú eres la esencia,
la raíz de todo.
Si oyes mis pasos, escapas.
¡No entiendo tu pensamiento!
Soy la sombra de tu luz:
¡Solo eso!

Me colma saber que me amas,
a pesar del silencio:
Que estás ahí, dentro: como sol,
como  luna llena en Marzo.

Te añoro en cada momento.
Tú no ¿Verdad?:  Tú me tienes:
Entre  tus manos  mi arcilla,
como semilla menuda
del Reino maravilloso,
para  ser esparcida.

Soy diamante en tus manos,
que espera limpies su barro,
y descubras su belleza.

Agua marina, para verte:
azul, trasparente, limpio:
¡Como eres!

Sor Alicia María

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