miércoles, 28 de mayo de 2014

Poesía 16


I R A K ,  Y   PALESTINA
 
Lo soñé, . . .¡Y, ¡era de día!

El venía hacia mí.
Sobre lirios y azucenas.
La faz radiante, serena.
Fuego ardía en sus ojos.
De néctar  y  miel  la boca.
Entre sus pechos, cinto de oro.

Lo  soñé,. . . .  ¡Y era de día!

Sus palabras,  ¡pura melodía!
La frente: luz y transparencia,
sus manos destilaban mirra,
y su honda mirada, pena.
En su costado una roja herida.

Salió  a segar la tierra.
Y segó sangre, no espigas.
La luna no alumbraba la noche.
Ni el sol  iluminaba el  día.
Incienso  de humo y  pólvora,
un macabro incensario ofrecía.

Lo soñé y ¡eran las diez del día¡

Los tanques tocaban a muerto.
Las campanas, del cielo, a vida.
En el aire, un aullido estremecía:
Era el rugido de una leona herida.

Lo soñé, y ¡era la nona del día¡

Por el cielo regueros de sangre
¡subían!, ¡subían!, ¡subían!
Brillaban cómo  centellas.
De la tierra, en tropel, subían
palomas blancas de  nieve,
mutiladas, muertas, sin vida.

El cielo era un enjambre.
De mariposas perdidas. 
Yo lloraba por los muertos.
Dios lloraba, ¡por las vidas!

Lo soñé, . . .
y ¡era verdad que ocurría!
 

8-XI-2004

poesía 15


QUEMABAS

Al fin nos encontramos,
bajo el   árbol que plantaras.

Te miré.
Me mirabas...
No dijimos nada.
El amor habló en el fuego,
de las miradas.

El árbol que se incendiaba.
Se consumieron siglos.
Ardía  todo el fuego
de las galaxias,
dentro del alma.

La luna enrojecía
la ladera del monte.
El mar en el horizonte,
-cuna del  sol y  la luna-
Lo que empezó en una llama ,
nos devoraba.
  
Cantó la calandria:
Ella era el tiempo,... la distancia:
Fundimos en un instante:
En un abrazo presente,
la eternidad empezada.

La eternidad es amor,
que se encuentra
¡y no se acaba!
 
A Jesús mi Señor.
 

Sor Alicia Garrido

Poesía 14


TUS HIJOS
 

Llenaste mi odre como un río.

Y el agua se  escapó en mi camino.

por el peso de tu gracia ,Amor mío.

Hoy te traigo las flores que han crecido;
regadas con las lágrimas que vertí,
las que has vertido, por el odre.
 
Me diste un corazón abierto,
y dentro un mundo poblado. 

Como si fuera hijo mío.
se fueron cayendo rostros,
por mi culpa, a pesar mío.
 
Rostros que quise  y no olvido,
con su perfume, sus miradas,
sus nombres, su drama y apellidos.

Hoy te traigo el corazón vacío,
yermo de amor, por Ti ¡Amor mío!
Toma este ramo de estrellas.

Son ellos, los hijos que me diste.
y no cuidé a lo largo del camino.
Ahora son tuyos y míos. Eternamente 
por el cielo brillando, esparcidos.
 
 
Alicia Garrido


jueves, 15 de mayo de 2014

Poesía 13


Canto la vida.
 
Yo canto la vida.
Tu la escribes, poeta.
Mi vida no cabe en un pentagrama.
La melodía sale suelta,
como el rayar del  alba.
 
Tu escribes cosas que llegan al alma.
Yo pongo el alma cuando canto. 
Yo te admiro, pero mi voz, . . .   
no te alcanza.
.
Subo como un árbol, me balanceo
como el agua, soy libre como el viento.
Porque amo.
 
Tu te encierras en la palabra,
y la pules, como  la brisa al viento
Viento que en mis ojos  canta.
Soy caricia rodeando el bronce
de tu palabra.
 
Te he dejado entrar en mi casa,
desnudo de tus sueños,
del poema que te ata.
 
Entraste solo, sin sandalias.
Y ahora ¿Quién te echa
de esta casa, que es  divina,
y me la dejó prestada,
el día de bodas, mi Amor;
en que solo Él estaba?
 
Quédate, como yo, cautivo,
del  Amor, enamorado.
Poeta ,  esta es tu casa.



Alicia Garrido

Poesía 12


SUBIENDO


Él llegaba cada día, 

al rayar el alba. 

Al rayar el alba, 

ya estaba ella, allí. 


Falda negra, blusa blanca,

busto tenso sobre la ideal

baranda, que imaginaba.



Al amanecer, del seno 

de la noche, Él llegaba 

pelo negro, ojos garzos. 



Ella, falda negra, blusa blanca. 

Esperando en una luna 

de miel y rizos de plata. 



Te he soñado, a la madrugada: 

Bucles sobre la frente bella. 

Como el día atardecido. 



Mi corazón te da el alma. 

Cantan las aves tu belleza; 

Amada. Mi vida en tu seno, 

será como sol en la mañana. 



Alicia Garrido

Poesía 11




PARA  TI



Casi todo puede esperar,
menos el ansia de amar :
amar contigo la mar.

Que me acaricien sus olas,
con su espuma de cristal,

Su sol, su luna, descansando
a mis pies, su fatiga de cielo
de alta mar. Te atisbo en mi.

Dolida del silencio, mi amistad.
Besando el agua, cálida y azul,
que luego me ha de abrazar.

Leo tu mente  al ver el mar.
La arena marcó tus pasos,
y suave, los volvió a borrar.

Camino, (sin camino) al nido
de caracolas, que  si escuchas,
dicen tu nombre, muy hondo.
en mis interiores, profundos

Eres  marfil en tus versos,
llegas hasta el final, amigo.

La memoria  se ancla al pasado:
Poeta, y no te puede olvidar. 
 

Sor Alicia 15-8-2008

Poesía 10


T Ú   S E R A S . . . . . . .

Haré un camino corto
de tu corazón al mío.

Sin semáforos, sin gente
seré lluvia fresca, limpia,
para tu río. 

Y  Tú me llevaras
de paseo a la mar: Tu cuna...
Y al cielo mío,  para soñar.

Serás flor en el estío,
rocío que refresque,
al amanecer,  mi  despertar.

Quiero ser hogaza de pan
para las manos vacías.

Quisiera, (pero no me dejarás)
morir en la tortura,
¡que ya nadie sufra más!

 

Cuando no puedan ni hablar,

yo seré palabra divina 
y  la dirán tantos que mueren,
(que morirán) sin nadie,
que los salve de esa ferocidad.

Ser vaso de agua fresca
para los emigrantes del mar.
Ser amor para los presos,
del vicio, sin amor y sin hogar.

Y al fin, llover mis lágrimas,
junto contigo en la mar.

Soltaremos  tus tormentas.
Con tu río, con mi llanto.  
Limpiaremos la tierra,
De tanto mal  como hay. 
    

                     Sor Alicia María de Jesús

sábado, 3 de mayo de 2014

Poesía 9


NOCHE   BUENA
 
¡Navidad¡ Las campanas van  tocando.
La  luna, ¡ay¡ llora copos de nieve.
En Irak, las campanas van doblando,
a luto, por cada hombre que muere.
 
Niño Jesús, por nosotros  nacido,
nacido de Dios Padre, eternamente.
Hoy, ¡La noche más cruel que ha existido!
vengo a hablarte, largo, de la muerte.
 
El alba blanca, roja se ha teñido,
cubriéndonos con  sangre de amapolas.
Suben cielo, trepan, buscando nido,
un enjambre  cándido de palomas.
 
¿Cuando cesará, cruel, de segar muertos,
la  guadaña  de  esta  guerra  asesina,

que va sembrando de cuerpos, los huertos
en Irak,  África,   o   Palestina?
 
¿Llegan a Ti, ¡Dios¡, dulces melodías,
y te brotan de tus divinas manos,
rosas, lirios, azucenas, sinfonías
de los muertos: muertos por sus hermanos?   
 
Niño Jesús de amor y claridad;
acoge  hoy  el dolor de los vivos,     
que muerden su  furiosa soledad,
como viento negro entre olivos.
 
Noche Buena: Nace Dios en humildad,
la luna fría, lívida y despierta:
seca sus lágrimas: ¡está contenta!
¡“Alégrate, Hijo, que es Navidad”¡ 
 
15-12-2006
Sor  Alicia Garrido Gisbert
Monja dominica

Poesía 8


EL VERBO SE HIZO CARNE

¿De qué cielo, Niño, nos vienes
que tu cuerpecito rosado tienes?
Océano infinito de ternura,
príncipe de la hermosura.

¿De qué edén perdido, inocente,
has venido, Lucero  de Oriente?
Desgajado del Rosal florido,
entre esplendores sagrados nacido. 

En el seno, del Padre clemente,
o sin nacer ¿fuiste Hijo, eternamente?
Hijo amado del Padre celeste,
¡y de Adán y David descendiente¡

“Hijo del hombre” cómo Tú  decías.
¿Fuiste  luz sin contornos, sin días;
fuego en expansión, en lo eterno,
en la tierra; llama en lo materno?

Llama de amor, en el virginal seno.
Oscuro a mis sentidos, Dios Pleno.
Con contornos de hombre, definido.
¿O fuiste  antes de los siglos nacido,

en todos los que aquí, ya  han sido?

Misterio, ¡Dios mío¡, en el cielo.
Misterio: ¡qué profundo¡, en este suelo.
Misterio que vela a Dios en la carne,
y lo revela, en el fuego en que arde.
 
Hijo de una Virgen  y  Madre en flor,
no te ven  mis ojos: ¡sólo mi amor¡
Mas lloro esta  noche,  la  maravilla
de esta visión, ¡Dios mío! tan sencilla
de verte Niño: oculta tu divinidad,
y humano, para siempre, en  Navidad.

Sor Alicia- Año - 2006 

Poesía 7


NO  TE  VEO

Te  busco:
Como la abeja a la flor,
la flor a la brisa,
la brisa al  chopo.

En la ausencia que  sorbo,
te imagino todo de oro.
Estás ¡tan adentro¡:

Profunda  presencia

que sube al brocal
de mi pozo.

Me envuelves de esencia,
        de rosas exprimidas . . .
Y,  desapareces,
en el viento.


Sor Alicia

Poesía 6


Contemplar


Cuando me quedo en silencio,
oigo tus pasos  entrar dentro.

Tú siempre estas ahí:
Como pájaro en su nido,
como la rama en el  olivo.

Conozco tu voz y tu perfume:
Una voz sin palabras,
suena dentro, y tu luz,
la llevo en mis entrañas:   
La lanzan mis manos 
por las ventanas.

Como el oro de la tarde;

tu voz está grabada, dentro.

  A veces te dejo: ¡Qué  torpeza!;
afuera no encuentro nada.
Tú eres la esencia,
la raíz de todo.
Si oyes mis pasos, escapas.
¡No entiendo tu pensamiento!
Soy la sombra de tu luz:
¡Solo eso!

Me colma saber que me amas,
a pesar del silencio:
Que estás ahí, dentro: como sol,
como  luna llena en Marzo.

Te añoro en cada momento.
Tú no ¿Verdad?:  Tú me tienes:
Entre  tus manos  mi arcilla,
como semilla menuda
del Reino maravilloso,
para  ser esparcida.

Soy diamante en tus manos,
que espera limpies su barro,
y descubras su belleza.

Agua marina, para verte:
azul, trasparente, limpio:
¡Como eres!

Sor Alicia María

Poesía 5


PARA  TI JESÚS

  
Casi todo puede esperar,
menos el ansia de amar ;
amar contigo la mar.

Que me acaricien sus olas,
con su espuma de cristal:
su sol, su luna, descansando...
a mis pies, su fatiga de cielo
de alta mar.

Te atisbo en mí:
Dolida del silencio, tu amistad;
besando el agua, cálida y azul;
que luego me ha de abrazar.

Leo tu mente,  al ver el mar.
La arena marcó tus pasos,
y,... suave, los volvió a borrar.

Camino, (sin camino) 
al nido de caracolas;
que,  si escuchas,
dicen tu nombre,... muy hondo,
en mi interior:  profundo.

Eres  marfil  de rosas y versos,
llegas hasta el final, Amado.
La memoria  se ancla al pasado,
Divino poeta, y,  ¡no te puede olvidar!


Sor Alicia