martes, 21 de octubre de 2014

Poesía 27

                          

        Cristo del Madero

Dulce Cristo del madero:
De pies y manos clavado.
Deja recline a tu lado.
El duro peso que llevo.

Mi cruz, no es hostil, cruenta.
Ni está llagado mi cuerpo.
Yo estoy en un pozo negro,
De luz y de amor sedienta.

Los clavos que me sujetan,
Son el dolor y el llanto.
Quise, por ti, ¡hacer tanto!
Que tu pasión se asemejan

Mas, ¿Qué digo de mi pena,
viendo tu cuerpo partido,
para ser par repartido,
por los que así te condenan?

Deja que beba en el mar,
que salta en olas del pecho.
Bese tu herida, que han hecho,
Mis  pecados, por no amar.

Deja que tus cinco llagas
Me bañen en gozo y luz.
Deja descanse en tu Cruz,
El peso que me regalas.

Dulce Cristo del madero.
De pies y manos clavado.
Yo reclino en tu costado
Mi corazón y mi beso

20-3-2006