jueves, 15 de mayo de 2014

Poesía 12


SUBIENDO


Él llegaba cada día, 

al rayar el alba. 

Al rayar el alba, 

ya estaba ella, allí. 


Falda negra, blusa blanca,

busto tenso sobre la ideal

baranda, que imaginaba.



Al amanecer, del seno 

de la noche, Él llegaba 

pelo negro, ojos garzos. 



Ella, falda negra, blusa blanca. 

Esperando en una luna 

de miel y rizos de plata. 



Te he soñado, a la madrugada: 

Bucles sobre la frente bella. 

Como el día atardecido. 



Mi corazón te da el alma. 

Cantan las aves tu belleza; 

Amada. Mi vida en tu seno, 

será como sol en la mañana. 



Alicia Garrido

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